De trabajo arduo en cosecha, el criador de abejas debe manejar como pocos la paciencia y planificar para crecer con el correr de los años.
En sí, la apicultura es una actividad que va en progreso, de hecho en general los criadores comienzan con unas pocas colmenas que no superan las 20 y que van incrementándose en número al finalizar la temporada. Por cierto que una colonia de abejas bien instalada aumenta constantemente su población, lo que equivaldrá a un crecimiento de cantidad de colmenas.
En estos tiempos la labor del apicultor es tan sacrificada como reconfortante. En verano el calor hace las tareas aún más arduas ya que se debe trabajar con máscara y guantes, pero claro que la cosecha de miel y la posibilidad de crecer en panales y en cantidad de abejas hace de la apicultura una actividad en continuo movimiento.
El rango de precios pagados a productores se encuentra entre los 230 y los 300 pesos por kilo de miel a granel.
Como primer punto el criador tiene bien en cuenta el sitio donde montar las colmenas, que deberá poseer una flora de interés apícola, como tréboles, alfalfas, cardos y flor morada, y árboles como el eucalipto y la acacia blanca y negra. También es necesario que por la zona se apliquen pocos insecticidas que puedan dañar a las abejas.
La paciencia es otra virtud de este oficio que busca modificar la conducta de las abejas desde la misma construcción del panal. Lleva consigo períodos de cosechas arduas y meses de poca actividad, donde el esfuerzo pasa por preparar las nuevas colmenas. Aunque la base es la planificación de los períodos con vistas a un desarrollo de 3 a 4 años de comenzada la actividad.
Cuidando los huevos o produciendo miel, las abejas emprenden así su laborioso ciclo custodiadas por el apicultor que comienza su trabajo fuerte una vez que la miel está madura. Para la cosecha utiliza el ahumador para atontar a los insectos que dejan su espacio para que pueda trabajar con tranquilidad. Pasado el efecto las abejas seguirán su camino laborioso.
Argentina cuenta con unos 11.532 productores registrados en Registro Nacional de Productores Apícolas y más de 2,5 millones de colmenas.
Los números de la apicultura
En el país, entre el 90 y el 95% de la producción se exporta a granel. Cuenta con unos 11.532 productores registrados en Registro Nacional de Productores Apícolas y más de 2,5 millones de colmenas. En los últimos años, Argentina ha enfrentado una baja en la producción y exportación de miel producto de factores climáticos, el crecimiento del área agrícola y el avance del mercado asiático en la apicultura.
Argentina es el tercer país productor de miel del mundo, después de China y Estados Unidos. Esto representa el 70% de la miel producida en el hemisferio sur del continente americano, a la vez que concentra el 25% de la producción de todo el continente, y el 6% del total producido en el mundo (CFI).
Según los datos relevados del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, a través de su Programa Nacional Apícola, el rango de precios pagados a productores se encuentra entre los 230 y los 300 pesos por kilo de miel a granel.
Uno de los primeros oficios
Ya en pinturas rupestres del Mesolítico (10.000 a 5.000 A.C.), encontradas en distintas partes del mundo señalaban escenas donde los personajes en cuestión se encontraban en plena recolección de miel. Con el paso del tiempo los apicultores fueron ganando en reputación en distintas culturas como en el antiguo Egipto, donde fueron reconocidos por extraer la miel, único edulcorante conocido hasta la edad media. Luego llega el descubrimiento de América y el conocimiento de la caña de azúcar y la remolacha azucarera que llevaría a un descenso del oficio, pero nunca a su desaparición.
Por Benito Insúa.
