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¿Cómo pensar un plan de siembra?

En la Pampa Húmeda la campaña 21-22 ya arrancó con el desafío de llevara adelante una eficaz gestión de gastos de insumos, enmarcado dentro de un orden administrativo riguroso en su establecimiento.

“Lo primero que se conversa es sobre la importancia de contar con una serie de procesos para organizar el equipo de trabajo, definir tareas y los responsables de nutrir con información para formar una suculenta base de datos que luego podremos analizar”, adelantan los especialistas del Grupo Cencerro.

Si de agricultura se trata, antes de que arranque la campaña se define un plan de siembra en el que se estiman las hectáreas a sembrar, el cultivo y sus respectivos costos. Estos se clasificarían en:

  • Agroquímicos
  • Fertilizante
  • Semilla
  • Labores
  • Alquiler
  • Seguro
  • Cosecha
  • Otros insumos

 “Según nuestro plan, a raíz de esta estimación y armado de “plan de siembra” se confecciona un presupuesto y aterrizamos en proyectar márgenes brutos, rentabilidad, puntos de equilibrio, márgenes de indiferencia”, explican los especialistas en gestión de empresas agropecuarias.

Trigo: gran expectativa por los resultados

Una vez arrancada la campaña, con las primeras labores/aplicaciones, se comienza a nutrir la Base de Labores y aplicaciones en la cual se contempla:

  • Campo
  • Lote
  • Insumo
  • Dosis
  • Labor
  • Precio por insumo/ Ha de labor.

“Esto nos servirá, a medida que se empiezan a cerrar las tareas, para ir definiendo costos reales que salen a raíz de la carga de facturas y remitos que especifican el precio por insumo y la cantidad. De esta manera obtenemos el precio promedio ponderado, que es vital para analizar si compramos bien o mal durante la campaña”, aseguran desde el Grupo Cencerro.   Al mismo tiempo explican que con el margen bruto proyectado se vinculan los costos reales de la campaña con lo efectivamente sembrado. “Al mismo tiempo tenemos que estar permanentemente  actualizando el precio futuro en caso de que haya actualizaciones”, dicen.

Gestión de equipo: tres tareas para lograr gestión

Es vital conocer si el productor trabajará con maquinaria propia. Aquí igualmente se analizan los gastos, ya que se tienen en cuenta que la maquinaria se utilizó y por ende se cuentan las hectáreas trabajadas y el combustible consumido. Se contempla a la maquinaria como unidad de negocio ya que el productor puede prestar servicios fuera de su establecimiento.

Claramente con el presupuesto a tiempo y antes de que arranque la campaña se puede tener una visión de cuál será el margen de cada cultivo y conocer la rentabilidad. Este trabajo sirve para tomar decisiones a tiempo como por ejemplo pasar hectáreas de un cultivo a otro según los márgenes de rentabilidad.