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El trigo navega en la incertidumbre

Para esta campaña se vislumbra una caída en la siembra. La suba de los precios de los insumos opacan los buenos valores internacionales de los granos y achican los márgenes.

Para esta campaña fina 22/23  (trigo y cebada) se espera una producción de 25,9 millones de toneladas. Así lo expuso el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Estas expectativas en la siembra de los cereales de invierno representa una caída de 1,7 Mtn versus la campaña anterior (27,6 Mtn).

En trigo por esta zona el promedio de rendimiento ronda entre 4.000/4.500 kg, con un pico de 5.000 kg.

En el partido de Junín el área de siembra de trigo y cebada ronda habitualmente las 30.000 hectáreas. Aunque también se espera una caída arrastrada por el trigo.

En trigo por esta zona el promedio de rendimiento ronda entre 4.000/4.500 kg, con un pico de 5.000 kg.

En Junín existen 200.000 hectáreas aptas para la producción agropecuaria

A la par puede haber un repunte en cebada cervecera, un cultivo cada vez más atractivo por sus buenos rendimientos que en promedio son similares a los del trigo. Aunque como explica el asesor técnico Hernán Rivero, “para llegar a esos picos se necesita mucho aporte de nitrógeno, algo en que esta campaña va a estar incorporado lo justo y necesario”.

La cebada tiende a crecer porque hace un uso más eficiente del nitrógeno.  Esto es importante en estos años donde va a escasear el uso de tecnología por el aumento de los costos”, dice Rivero.

El área triguera nacional abarca una superficie sembrada de 6,6 millones de hectáreas.

Las sombras del trigo

Entre las sombras que siempre golpean en la confianza del productor están las dudas en relación con el fideicomiso del trigo anunciado por el gobierno Nacional en el marco de la “guerra contra la inflación”, donde se contempla volcar al mercado doméstico unas 800 mil toneladas “para garantizar abastecimiento y lograr la estabilización de precios”.

Los costos que necesitas entender

El productor además en este contexto no termina de descartar en su horizonte posibles acciones políticas y económicas como un aumento de las retenciones (hoy gravada en un 12%).

Caída en la superficie sembrada de trigo

En toda el área triguera nacional, con una superficie sembrada de 6,6 millones de hectáreas (-1,5% respecto de la campaña pasada), la producción sería de 20,5 Mtn, reflejando una merma interanual del -8,5%.  

En cebada, el área ascendería a 1,3 Mha, reflejando un aumento interanual del 8,3%, y la cosecha se prevé en 5,4 Mtn, cifra que refleja un incremento del 3,8%.

El fideicomiso del trigo anunciado por el gobierno Nacional genera desconfianza.

En este sentido y respecto de las proyecciones de producción en ambos cereales, la campaña podría presentar por el aumento de los costos limitaciones en el uso de algunos insumos claves como los fertilizantes. Esto afectaría negativamente a los rendimientos.

Trigo: ¿Cómo maximizar rindes?

Precios cambiantes revierten la negativa a la siembra

Cuando el productor debió decidir si finalmente iba a sembrar trigo en su lote el precio forward rondaba los US$ 280 a US$ 300 y el fertilizante nitrogenado estaba en US$ 1.300. Hoy el nitrogenado ronda los US$ 1.000 y el precio forward del trigo está en US$ 355. Bajo esta relación todo cambia, tornándose claramente más positivo volcarse al trigo.

Para la AIAJ “El modelo actual de producción solo se mejora con más agronomía”.

“Como en su momento el margen bruto era negativo, muchos productores lo descartaron o se volcaron más por una necesidad de rotación de cultivos o financiera como pagar un alquiler. Hoy la ventaja es que con estos números y manteniéndose la baja del precio del nitrogenado y sí se afirma el precio de la gramínea se puede revertir la tendencia de baja de la siembra de trigo”, explica el especialista agrónomo Hernán Rivero.

“Quizás lotes que aún están en dudas, hoy por hoy puedan volcarse al trigo sobre todo porque aún no se comenzó a sembrar”, cuenta Rivero.

“La siembra fuerte de ciclo largo se da entre fin de mayo y principio de junio. Y después en julio está la siembra de ciclo corto. Por eso julio puede ser el momento en que repunte la siembra de trigo”, dijo a modo resumen.

El trigo navega en un mar de incertidumbre donde el productor deberá una vez más aceitar su economía, proyectar y financiarse.