Press "Enter" to skip to content

Amelia Bertero: cultivando girasoles, sembrando legados

En la vasta tierra de Argentina, Amelia Bertero ha dedicado más de cinco décadas a perfeccionar el cultivo de girasol. Transformó la industria y llevó al girasol a nuevas alturas. Conoce la historia de esta pionera y su impacto en la agricultura.

El sol brilla sobre los campos extensos de la zona noroeste de la provincia de Buenos Aires mientras Amelia Bertero continúa su labor diaria, una labor que ha abrazado apasionadamente durante más de 50 años: el cultivo de girasol. Amelia, ingeniera agrónoma y fitomejoradora de girasol de renombre mundial, se ha convertido en una referencia indiscutible dedicando su vida al mejoramiento y desarrollo de cultivares.

19 millones de hectáreas están en una seca severa

En 2016, Amelia alcanzó uno de los logros más altos en su carrera cuando recibió el prestigioso Premio Pustovoit de la Asociación Internacional de Girasol. Este galardón, considerado el más destacado en el campo del cultivo, reconoció sus contribuciones excepcionales a la industria. Este honor llegó en un momento inesperado, cuando cumplió 70 años y se estaba retirando de la actividad privada.

Premio Pustovoit de la Asociación Internacional de Girasol.

En la actualidad Bertero es vicepresidente de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ). “Trabajar en girasol es hermoso, pero desafiante. Es un reto constante por la cantidad de temas que se deben tener en cuenta dentro del mejoramiento, resistencia a enfermedades, manejo del cultivo e industrialización. Que me hayan invitado a participar de la AIAJ fue una sorpresa. También un reto, porque la experiencia adquirida me gustaría transmitirla y unirla a los nuevos conocimientos de los técnicos jóvenes. Es seguir aprendiendo y poner la impronta de mi experiencia adquirida en mis más de 50 años de trabajo”, cuenta.

Para entender la magnitud de su trabajo, es fundamental comprender lo que implica el “mejoramiento de girasol”. En las décadas de 1970 y 1980, las poblaciones de girasol cultivadas en Argentina eran inestables en rendimiento y susceptibles a enfermedades. Los rendimientos promedio eran modestos, y la industria necesitaba un cambio. Fue entonces cuando Amelia y otros pioneros del campo comenzaron a desarrollar híbridos con rendimientos mucho más altos y mayor contenido de aceite.

19 millones de hectáreas están en una seca severa

La resistencia del girasol a la sequía es otro aspecto clave de su éxito. Su raíz pivotante le permite explorar el suelo en busca de agua, y la incorporación de un gen específico le otorga una alta tolerancia al estrés hídrico. Estas características han convertido al girasol en un cultivo esencial en regiones propensas a la sequía.

En cuanto a la última campaña, el girasol experimentó un aumento significativo en la producción en Argentina. Se sembraron 2,20 millones de hectáreas, marcando la mayor superficie en más de una década. Esto refleja el crecimiento constante de la industria en el país.

Amelia y otros pioneros comenzaron a desarrollar híbridos con rendimientos mucho más altos y mayor contenido de aceite.

Para que el girasol prospere dice la experta “es necesario un enfoque cuidadoso en la fertilización, principalmente nitrógeno, fósforo y potasio. Se requieren análisis de suelo para determinar las necesidades específicas”.

A pesar de los logros notables, la industria del girasol aún enfrenta desafíos. La estabilidad en la superficie sembrada, los precios internacionales y las retenciones son preocupaciones importantes que deben abordarse para mantener el crecimiento sostenible.

19 millones de hectáreas están en una seca severa

En cuanto a la investigación agrícola, se han logrado avances significativos en el mejoramiento genético, resistencia a enfermedades y herbicidas, y la implementación de la siembra directa. Estos avances han contribuido al éxito continuo del cultivo de girasol en Argentina.

La sostenibilidad es una preocupación creciente en la agricultura, y el cultivo de girasol en Argentina no es ajeno a esta tendencia según cuenta Bertero que dice que con un alto porcentaje de siembra en directa y bajos insumos, el girasol se posiciona como una alternativa sostenible. Además, la baja huella de carbono del girasol argentino en comparación con otros países lo convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente.

A pesar de los logros notables, la industria del girasol aún enfrenta desafíos.

En este contexto Amelia Bertero continúa siendo una figura destacada en la industria del girasol y una fuente de inspiración para las generaciones futuras de agrónomos y fitomejoradores. Su legado es una prueba de que la pasión y la dedicación pueden transformar un cultivo y dejar una marca duradera en la agricultura de un país.