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El pueblo donde no existe la desocupación

Fortín Tiburcio con unos 500 habitantes es también el pueblo con mayor promedio de edad en sus habitantes de todo el partido de Junín. En agosto se prepara para un nuevo festejo. La Pandemia todavía deja sus huellas.

Ubicado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Junín por la ruta 65, Fortín Tiburcio está habitado por unas 500 personas que viven directamente en el pueblo o en zona rural.

Todos o casi todos viven de la agricultura y en menor medida de la ganadería, directa o indirectamente, entre productores, contratistas, tractoristas, operarios de maquinaria agrícola, peones y puesteros de campo. Todos, absolutamente todos poseen trabajo, convirtiendo a Tiburcio en un pueblo con desocupación 0.

El pueblo surgió en 1911 y la estación de Trenes del Ferrocarril fue un gran apoyo para su desarrollo.

La única panadería del pueblo, Santa Teresita del Niño Jesús, es propiedad del delegado local, Darío De Francesco, en otros años contratista rural junto a sus hermanos. Además de representar política y operativamente al pueblo desde 2015, De Francesco cría gallos y gallinas con los que compite, con buena performance, en diferentes exposiciones del centro del país.

La Capilla Santa Teresita del Niño Jesús recibe a un cura que da misa los domingos.

Santa Teresita del Niño Jesús es además la patrona del pueblo, y obviamente la capilla lleva su nombre. Toda ronda en torno a Santa Teresita y el catolicismo que no ha flaqueado aún ante ningún otro culto como el evangelismo. “Somos muy tradicionales y católicos”, dice De Francesco.

“El productor agropecuario debería convencer y capacitar a sus propios vecinos”

La rutina diaria se administra entre levantarse bien temprano, almorzar a las 12, y como una obligación dormir la siesta. Durante la semana los habitantes viajan también a Ascensión y a Junín para llevar para cabo sus operaciones bancarias, pagar impuestos o ir al médico.

La construcción del jardín de infantes, la escuela primaria 25 y la escuela Secundaria 14 fue un vuelco más que positivo para los lugareños que ya no tienen que mandar más a sus hijos a estudiar obligatoriamente a otras localidades más grandes.

La escuela primaria y la escuela secundaria comparten un espacio para recreo de los alumnos.

“Todavía nos está costando arrancar después de la Pandemia”, cuenta De Francesco que recuerda que en los peores momentos de aislamiento por el Covid 19 el pueblo quedó más al margen que nunca sin transporte.

El pueblo fue fundado por italianos.

“Yo con mi auto y mi señora salíamos y traíamos a personas a Junín o Ascensión. O directamente íbamos a los bancos a pagar impuestos de nuestros vecinos, pagar créditos de electrodomésticos o retirarles medicamentos. Fue todo un gran problema”, explica.

Tiburcio es también un pueblo de personas mayores, ya que el promedio de edad supera los 50 años convirtiéndolo en la localidad de mayor edad de todo el partido de Junín.

El Club Atlético Fortín Tiburcio es el espacio más tradicional del pueblo y se puede comer asado.

En cuanto a gastronomía el pueblo tiene lo suyo de la mano de las mesas del Club Atlético Fortín Tiburcio, toda una institución local que recibe a los comensales con un menú basado fundamentalmente en pastas y asado.

Aunque la novedad viene de la mano de un emprendimiento privado conocido como el bodegón Los del Quincho, otro restaurant que abre sus puertas para comer y llevar a cabo eventos rodeados de arboledas y una propuesta gastronómica al aire libre basada en la comida casera.

El Bodegón Los del Quincho se luce con sus hamburguesas caseras como su gran atractivo.

La San Martín es la calle principal donde está el club y los negocios. Durante los fines de semana sus habitantes disfrutan del parque donde también hay mesas y sillas.

Tiburcio se prepara en agosto para festejar sus 111 años de vida.

En lo que viene De Francesco alerta: el 10 agosto de este año el pueblo cumple 111 años, y ya se va preparando para recibir a unos 4.000 visitantes, es decir 10 veces más que su población, que llegarán para disfrutar de los festejos que incluyen la presentación de artistas en vivo.

La magia de los pueblos sigue intacta, sumergiendo a sus habitantes en verdaderos privilegiados que disfrutan de la paz, la tranquilidad y la vida al aire libre.