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El clima, y en particular las sequías, son la fuente de riesgo agrícola más importante por encima de la falta de políticas agropecuarias

La Niña, presente desde septiembre de 2020, se encamina a presentarse por tercera vez consecutiva en la temporada primavera/verano.

Un estudio realizado por la UNNOBA y el INTA, donde fueron encuestados productores, dejó sobre la mesa cuán importante es hoy el clima en la producción agropecuaria en el marco de una prolongada sequía.

Ante la escasez de lluvias ¿qué se espera para lo que viene?

Las encuestas y análisis focales realizados a más de 100 productores agropecuarios de Junín, Pergamino y Chivilcoy,  arrojaron que “el clima, y en particular las sequías, son la fuente de riesgo mencionada con mayor frecuencia”.

Días atrás Silvina Cabrini, investigadora del INTA y profesora adjunta de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) presentó en el marco de la celebración de los 20 años de vida de la Universidad algunos de los primeros resultados de esta investigación que indagó en los riesgos del productor a la hora de pensar la inversión de siembra.

En la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales perteneciente a la UNNOBA, Cabrini presentó resultados preliminares de las encuestas a productores.

Entre los detalles del trabajo técnico y académico presentado en la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales ubicada en Pergamino, expuso que “la mayoría de los productores encuestados consultan la información climática una vez al día”. Además según respondieron el medio preferido en que reciben esta información son las páginas web y redes sociales. El sitio más consultado es el del Servicio Metereológico Nacional.

El fenómeno Enso y su influencia en decisiones de los productores

El 80% de los productores encuestados por la UNNOBA y el INTA indicaron que el pronóstico conocido como ENSO “es influyente y altamente influyente” al momento de tomar decisiones como cambiar fecha de siembra, seleccionar los cultivos, contratar seguros y el uso de los insumos.

“Cuando hablamos sobre las perspectivas climáticas el primer fenómeno al cual hacemos referencia es El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, su sigla en inglés) forzante climático-atmosférico que tiene principal influencia sobre la variabilidad de las precipitaciones y temperaturas en el sur de Sudamérica, dos variables claves en la siembra y desarrollo de los cultivos”, explicó Natalia Gattinoni, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua del INTA.

Según los especialistas las condiciones de sequía seguirán siendo favorables este 2022 sobre la mayor parte del centro y norte de Argentina. La Niña, presente desde septiembre de 2020, se encamina a presentarse por tercera vez consecutiva en la temporada primavera/verano del hemisferio sur, un hecho excepcional que hasta el momento solo ocurrió en dos ocasiones desde 1950.

Ante este panorama poco alentador para la producción agropecuaria, la información climática inteligente se vuelve trascendental.