En medio de un entorno de cambio constante, los ingenieros agrónomos asumen un papel crucial en la adaptación y evolución del sistema productivo. En esta jornada especial, la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín destaca cómo estos profesionales lideran la trazabilidad, eficiencia y calidad en la producción de alimentos.
En esta singular jornada de celebración para los ingenieros agrónomos, la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ) no solo extiende sus felicitaciones y saludos a sus más de 200 asociados y profesionales en esta disciplina, sino que también destaca el rol fundamental que desempeñan en medio de la constante adaptación a los cambios dentro del sistema productivo regional.
Bernardo Rosenthal, quien asumió la presidencia de la AIAJ en julio en reemplazo de Aimar Pena, señala que “la sociedad en general y los consumidores en particular están cada vez más vinculados al sistema productivo, coexistiendo de manera más armoniosa. Al mismo tiempo, exigen certificaciones y trazabilidades cada vez más rigurosas en todo el proceso, desde la preparación del suelo hasta la cosecha. Desean conocer los productos utilizados, los tiempos y los métodos de aplicación”.
En lo que respecta a la trazabilidad, los ingenieros agrónomos reconocen que aún hay un amplio margen para el desarrollo, no solo en la agricultura, sino también en la ganadería. Por ejemplo, los países que adquieren carne argentina están orientándose hacia productos con características específicas. “Debemos mejorar en este aspecto, no solo enfocándonos en la cantidad, sino también en la calidad”, enfatiza el presidente de la AIAJ.
En este contexto, el ingeniero agrónomo desempeña un papel clave al diseñar y desarrollar planes productivos. Aunque en Argentina aún no está completamente establecido, según la AIAJ debería existir un plan de producción que detalle las acciones actuales y futuras para cada lote de tierra productiva.
La eficiencia en la ejecución de este plan es crucial. No se puede permitir el desperdicio ni subestimar aspectos decisivos como los gastos energéticos. “Cada insumo utilizado y cada tarea realizada debe optimizarse al máximo. El ingeniero agrónomo es quien toma decisiones sobre qué y cómo hacerlo”, agrega Rosenthal.
El entendimiento profundo de estas variables, que afectan al sistema productivo, implica contar con información detallada que guíe hacia el futuro, teniendo en cuenta los procesos, identificando errores y mejorando los resultados finales.
La AIAJ trabaja para perfeccionar las buenas prácticas de manejo agrícola, con el objetivo de producir en los tiempos y formas adecuados. Por ejemplo, aplicar dosis precisas en momentos específicos y bajo condiciones ambientales óptimas. Todo ello orientado a minimizar riesgos y desafíos.
Recientemente, la AIAJ renovó su comisión directiva, con Bernardo Rosenthal como presidente, Amelia Bertero como vicepresidente, Silvana Piubello como secretaria, Paula Melilli como tesorera, Leandro Fariña como prosecretario y Hernán Rivero como protesorero.
Para el futuro, la Asociación planea continuar generando información valiosa para todos los actores del sector productivo, sin dejar de enfocarse en una comunicación clara hacia la sociedad. Además, busca colaborar con otras instituciones y prestar especial atención al medio ambiente productivo. Los ingenieros agrónomos asumen la responsabilidad del cuidado ambiental y de garantizar una producción consciente, con la meta de proporcionar alimentos saludables y seguros.
