Amandarí es un trío de mujeres que combina folklore, rock e indie, todo coronado por arreglos corales que crean una atmosfera musical particular.
La historia de Amandarí se remonta a los peores momentos de encierro de la pandemia, y tiene como motor de búsqueda las ganas de reunirse, de escucharse, componer y tocar en vivo.
Para sus integrantes Lula Perk, Pilar Leva y Francina Peppe fue una búsqueda que las llevó al poco tiempo por un viaje iniciático por las montañas y el aire serrando de Alpa Corral, en la provincia de Córdoba, donde todo terminó por encontrar forma. Allí entre el aire de montaña y el sonido del fluir del agua de los ríos nacieron algunas de sus principales canciones como ”Son bailando” y “Tiriketa”, ambas registradas en su canal de Youtube “Amandarí Música”.
Amandarí, surgido del juego palabras de unas de sus canciones llamada “Mandarina”, es un trio 100% femenino, que no tiene un rumbo demasiado definido como dice la percusionista Lula Perk. “Somos tres generaciones diferentes, tres estilos distintos y en el encuentro va surgiendo”, dice Lula, una de las pocas percusionistas orquestales de la ciudad de Junín. En su andar ya compartió escenario con varios músicos y también tuvo sus propios proyectos musicales.
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El trío combina en su música una pizca de folklore, rock e indie. Todo con unos prolijos arreglos vocales que le dan sentido a letras que invocan el amor, la tierra, los sentidos, la naturaleza y el destino.
“Uno piensa en la música como en muchas evoluciones, donde nunca se termina nada”, cuenta Pilar Leva, recibida en técnica en canto popular en el Conservatorio de música de Junín y que canta desde los 12 años. “Ahora también tengo un proyecto con Pablo Passarello, mi novio, que se llama “A nadie le importa”. Me gusta tener dos proyectos en simultáneo que nada que tienen que ver uno con otro. Haber pasado por el Conservatorio me abrió la cabeza”, dice.
Que el trío sea integrado por mujeres, dicen, le da una energía particular a su música y lo que buscan transmitir, que se genera por la misma conexión y la frescura que surge de esta misma unión. “Somos de jugar y de nutrirnos un poco de las tres. Generamos un espacio muy importante, que es muy lindo, pero donde tampoco nos exigimos”, dice Lula. “Tocar en una banda de solo mujeres es una energía diferente”, sintetiza.
Francina Peppe, la tercera integrante de Amandarí, es musicoterapeuta y viene de otros proyectos musicales. Es flautista, cantante y guitarrista. “Las mujeres estamos tomando muchos espacios dentro de los escenarios. Es un ambiente que en general, como muchos otros, todavía está poblado mayoritariamente por hombres. La búsqueda es ocupar los espacios”, dice Peppe.
Entrevistadas en el programa radial Estamos Rodeados que se emite todos los sábados a las 12 del mediodía por LT 20, el trío adelantó que en el horizonte cercano se mezclan los objetivos por seguir tocando en vivo y esa inalterable búsqueda porque todo fluya, sin exigencias, guiadas por su propio instinto.
