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Con el mismo corazón de siempre: la vigencia de Osvaldo Gaitán

Con su estilo inconfundible y una pasión inquebrantable, Osvaldo Gaitán ha dejado una huella en la música popular. Entre giras interminables y éxitos inesperados, su historia es un homenaje al compromiso y el amor por el escenario.

Osvaldo “Corazón” Gaitán es una leyenda viva de la música popular. Con un bandoneón blanco que lleva inscrito su nombre, ha recorrido durante más de seis décadas los pueblos y escenarios del país, llevando ritmo, baile y alegría con su cuarteto. Este músico y bandoneonista cordobés ha compuesto más de 1.500 canciones y editado más de 60 discos, marcando la historia de un género que suele asociarse más al tango que al cuarteto.

Desde su Córdoba natal, Gaitán cruzó barreras con su estilo, desafiando los límites entre el tango y el cuarteto. A lo largo de los años, y muy emparentado con Junín, la ciudad que lo adoptó, su música se ha convertido en un símbolo de perseverancia, tradición familiar y autenticidad. Su apodo, “Corazón”, parece capturar su pasión incansable y su dedicación a un estilo de vida donde la música es el centro.

El legado familiar es su gran éxito. En la foto posa junto a su nieto.

Inicios Humildes y Éxito Inesperado

El camino de Osvaldo Gaitán comenzó en el pequeño pueblo de Lavulaye, Córdoba, donde formó su primer conjunto musical con amigos. “Junté cuatro muchachos, todos novatos, que nunca habían hecho nada profesional”, recuerda Gaitán. Sin apenas experiencia, salieron a tocar en cuanto espacio encontraban, ensayando horas y horas con los temas que Gaitán componía.

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El reconocimiento llegó poco después. A los seis meses de formar su conjunto, Gaitán grabó su primer LP, un hito en su carrera. Sin embargo, su estilo no fue inicialmente bien recibido. Cuando fue a presentar su trabajo en una discográfica, le dijeron que no publicarían su disco. “Nosotros no conocemos este estilo musical, así que si quieres lanzarlo, compralo vos mismo y vendelo por tu cuenta”, le dijeron. Decidido, Gaitán compró la producción y la vendió él mismo, logrando un éxito inesperado. Esa audacia le abrió las puertas y consolidó su nombre en la industria musical.

Con casi 80 años continúa recorriendo escenarios de todo el país.

El éxito, sin embargo, es un concepto difícil de definir para Gaitán. “El éxito no creo que lo pueda explicar nadie”, reflexiona. Aunque ha pasado por épocas de gran popularidad y reconocimiento, incluyendo numerosas presentaciones en televisión en programas como Sábados de Todo y colaboraciones con figuras icónicas como Alberto Olmedo y Moria Casán, Gaitán nunca se dejó llevar por la fama. Para él, la música es una vocación y un compromiso con el público, y no se siente afectado cuando los focos dejan de apuntar en su dirección.

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“Jamás supe yo, al nivel que había llegado. Nunca me di cuenta”, asegura. Gaitán sigue considerando el éxito como una etapa pasajera que, si bien es agradable, no define su valor ni su carrera. Esta perspectiva lo ha mantenido centrada, aún en momentos en que la envidia de sus colegas podía haberle pasado factura.

La familia: su mayor legado

Uno de los mayores logros de Osvaldo Gaitán ha sido la transmisión de su amor por la música a sus hijos y nietos. Germán, su hijo mayor, comenzó a acompañarlo en los escenarios a los 10 años, y con los años sus otros hijos y nietos también forman parte de su banda. “Nunca los obligué a estudiar música, eso fue algo que ellos absorbieron solos”, comenta. La familia Gaitán mantiene la tradición musical no solamente con Germán, sino a través de sus otros dos hijos Gastón y Jimena.

Gatian forma parte de los podcast Estamos Rodeados que se transmiten por LT y están disponibles en Spotify.

Cada uno de sus hijos, desde muy temprana edad, mostró un interés genuino por la música. Santiago, uno de sus nietos, comenzó acompañando a su madre a los eventos, y aunque al principio dormía durante los shows, con el tiempo desarrolló una habilidad natural para el canto. “Una vez me dijo que quería cantar, lo probé y me sorprendió lo bien que lo hacía”, cuenta orgulloso Gaitán. Hoy en día, Santiago canta en la banda familiar y representa la nueva generación de los Gaitán en los escenarios.

“A veces, en una gira de 31 horas, vamos de un pueblo a otro pueblo sin parar, manejando, tocando… Y así, con mi nieto y el resto de los chicos. Pero sigo poniéndole el hombro, y sigo feliz porque amo lo que hago”, dice.

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Un estilo propio, siempre innovador

El estilo de Osvaldo “Corazón” Gaitán es una mezcla de tradición y modernidad. Hoy, en lugar de los amplios conjuntos de músicos que lo acompañaban en sus inicios, recorre el país con una consola de sonido, un teclado, un acordeón, y, por supuesto, su inseparable bandoneón.

Pero pese a los cambios, Gaitán ha sabido preservar su esencia. “Va feo o bueno, pero es Gaitán”, afirma con convicción. Para él, mantener el estilo original y característico de su música es un acto de respeto hacia su historia y hacia el público que lo sigue.

El cuarteto como medio de conexión

Además de la música en sí, Osvaldo Gaitán ve el cuarteto como una herramienta para unir a las personas y fomentar el sentido de comunidad. “Este estilo musical junta a la familia, a los jóvenes, a la gente grande”, explica. En un mundo donde la música muchas veces actúa como un refugio, Gaitán cree que su cuarteto debe ser un espacio de alegría y conexión para la gente.

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En este sentido, Gaitán se mantiene en contra de los prejuicios que a veces asocian al cuarteto ya la música tropical con un estilo de menor valor artístico. Como profesor de música con estudios en teoría y solfeo, defiende su música no solo por su valor cultural sino por la autenticidad que le imprime. “La música del cuarteto tiene una función clara: alegrar a la gente. Nació para eso”, sostiene, reivindicando su importancia.

El futuro de un músico incansable

Cerca de los 80 años de vida y una energía inagotable, Osvaldo “Corazón” Gaitán sigue viajando y tocando en diferentes pueblos y ciudades. Se considera afortunado de haber tenido una vida de éxitos y gratitud, y aunque no sabe qué le depara el futuro, sigue disfrutando cada momento en el escenario.

Para Gaitán, el cuarteto es su vida, y mientras haya público dispuesto a escuchar y disfrutar, él seguirá tocando su bandoneón blanco y contagiando el espíritu festivo que lo caracteriza. Osvaldo “Corazón” Gaitán es un músico con una trayectoria inigualable y un espíritu indomable. Para él, el verdadero éxito está en seguir haciendo lo que ama, y ​​en eso, Gaitán ha sido siempre un triunfador.