Press "Enter" to skip to content

Agricultura de precisión: la revolución de los datos en el campo

El ingeniero agrónomo Ariel Borowski se dedica a traducir la inmensa cantidad de información que las máquinas agrícolas y herramientas de diagnóstico generan en el campo. En esta entrevista, comparte cómo la agricultura de precisión no solo optimiza costos y mejora rendimientos, sino que también impulsa prácticas más sostenibles y eficientes, cambiando la forma en que se produce.

La agricultura de precisión está transformando la manera en que los productores agropecuarios optimizan sus procesos, gracias a un enfoque basado en datos precisos y confiables. Diagnósticos detallados sobre la calidad de los suelos, compactación y nutrientes permiten tomar decisiones más inteligentes y eficientes. Ariel Borowski, ingeniero agrónomo especializado en el análisis y traducción de datos agrícolas, explica cómo estas herramientas están cambiando la producción en nuestra región y más allá.

Un antes y un después en la agricultura de precisión

Para Ariel, los últimos años han sido cruciales en la evolución de la agricultura de precisión. “El avance en plataformas de datos y el acceso a información, que 10 atrás estaba en estado experimental hoy es un hecho. Desde 2021, la pandemia y eventos globales como la guerra en Ucrania empujaron a los productores a buscar eficiencia ante costos crecientes”, señala. La llegada masiva de herramientas y maquinaria especializada permitió que los agricultores adoptaran estas tecnologías con mayor confianza.

La agricultura de precisión, lejos de ser solo una tendencia, se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar la sostenibilidad y rentabilidad del campo.

Los cambios no solo impactaron a nivel local. Borowski también trabaja en México, donde el interés por optimizar costos y rendimientos, antes inexistente, ahora es una prioridad. “En Sinaloa, productores que trabajan con rendimientos de 15.000 kilos por hectárea de maíz, ahora se preocupan por ser más eficientes, algo que no veíamos hace diez años”.

#HechoenJunín : 🌱 Juan Francisco Menéndez, un espíritu emprendedor de Junín 🌟

Traductor de datos: una nueva profesión en el agro

Ariel define su rol como un “traductor de datos”. Analiza grandes volúmenes de información generada por máquinas y herramientas de diagnóstico para ofrecer soluciones claras y aplicables a los productores. “Un mapa de rendimiento puede generar hasta 1.000 datos por hectárea. Nosotros limpiamos esa información y la transformamos en un diagnóstico sencillo: zonas buenas, medianas y malas, con recomendaciones específicas para cada una”.

Ariel define su rol como un “traductor de datos”. Analiza grandes volúmenes de información generada por máquinas y herramientas de diagnóstico para ofrecer soluciones claras y aplicables a los productores.

Desde su experiencia en empresas como Monsanto hasta su decisión de emprender en Junín, Ariel se ha dedicado a llenar un vacío en el mercado: la necesidad de convertir datos en herramientas prácticas. “En lugares como Córdoba o Rosario esto ya existía, pero en el interior faltaba gente que pudiera analizar datos de manera eficiente”.

Diagnósticos integrales para suelos saludables

Uno de los pilares de la agricultura de precisión es el diagnóstico de suelos. Ariel detalla como pasos clave el análisis inicial con rastra Veris. “Este equipo mide la conductividad eléctrica del suelo cada 20 metros, identificando calidad y profundidad hasta los 90 cm”.

Otro avance es el estudio nutricional, donde se toma una muestra de suelo cada siete u ocho hectáreas para evaluar nutrientes como nitrógeno y fósforo. Además es relevante el diagnóstico de compactación. “Con un penetrómetro, se identifica compactación en el suelo, lo que permite aplicar soluciones mecánicas específicas”, explica el ingeniero.

“El productor mexicano tiende a aceptar las condiciones tal como son y buscar soluciones prácticas. En cambio, el argentino se queja más, aunque también tiene una mentalidad más empresarial, especialmente en grupos que ya adoptan tecnología”

“Todo esto permite aplicar fertilizantes solo donde se necesite, reduciendo desperdicios y mejorando la sustentabilidad. Es un gran paso hacia una agricultura más responsable con el medio ambiente”, asegura Ariel.

Comparación entre productores: México y Argentina

La experiencia de Ariel trabajando en Argentina y México le permite trazar paralelismos y diferencias. “El productor mexicano tiende a aceptar las condiciones tal como son y buscar soluciones prácticas. En cambio, el argentino en general tiene una mentalidad más empresarial, especialmente en grupos que ya adoptan tecnología”.

Una diferencia notable es la escalada de los productores. Mientras en México trabajan con unidades más pequeñas y subsidiadas, en Argentina las superficies varían mucho, desde 15 hasta 16.000 hectáreas. “La cabeza del productor argentino es distinta. Sabe que necesita innovar para mantenerse competitivo en un mercado de márgenes ajustados”.

Satisfacción en el campo: el impacto del análisis de datos

Para Ariel, uno de los momentos más gratificantes es cuando los datos generan resultados concretos. “Cuando cosechan en un campo y me dicen que el diagnóstico fue acertado, es muy gratificante. Al principio no lo creen, pero después ganan confianza y comienzan a aplicar las prácticas en más hectáreas”.

La agricultura de precisión, lejos de ser solo una tendencia, se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar la sostenibilidad y rentabilidad del campo. Ariel Borowski y su equipo no solo traducen datos, sino que también construyen puentes entre tecnología y producción, llevando al agro hacia un futuro más inteligente y eficiente.