Press "Enter" to skip to content

El cuidado del suelo es el mejor remedio contra la incertidumbre

La clave es diagnosticar y conocer bien la ubicación en el relieve, las clases de suelo y los parámetros químicos y físico.

Siguiendo la línea del trabajo tranqueras adentro, es bueno saber que gran parte puede ser modificable. Eventos climáticos como el Fenómeno Enso o la ubicación de los anticiclones, más allá de otros más terrenales como los acontecimientos políticos de las próximas elecciones y económicos como el cierre de exportaciones, la pandemia, etc., pueden modificar nuestro rumbo.

Lo más importante es estar seguros de que el único remedio es nuestra influencia en el recurso suelo.

Si mejora el suelo, mejora nuestra calidad de vida.

El suelo, es donde se desarrollan nuestras actividades económicas y permiten nuestro sustento, por ende mejorando la calidad del mismo, mejorará nuestro medio de vida independientemente de la coyuntura.

Para lograr dicha mejora hay mucho por analizar, diagnosticar y ocuparse como conocer bien la ubicación en el relieve, las clases de suelo y los parámetros químicos y físicos, como dotación de nutrientes, PH, compactación, profundidad de napas, etc.

Campaña de soja: fechas, variedades y rendimientos en números

La ubicación en el relieve y clases de suelo van a permitir definir muy bien las actividades. No obstante, muy pocos conocen las series que conforman su establecimiento, es decir que no se tuvieron en cuenta en la mayoría de los casos al momento de parcelar y alambrar el campo.

Hoy el manejo por ambientes permite resultados más promisorios.

. Por ejemplo, análisis de suelo que es clave para conocer, entre otros parámetros, el PH que definirá que cultivos o pasturas se pueden realizar y la disponibilidad de nutrientes para los vegetales. Parece obvio, pero se hace muy poco. Según varios informes, sólo un 16% de los productores utiliza dicha herramienta.

“Lo que se da por descontado, no es tan así y son momentos de análisis, con menos ruido en el cerebro y pensar”

Siguiendo con los ejemplos, la compactación y su profundidad, más la profundidad de napas, pueden definir perfectamente, junto con los otros parámetros, qué sembrar, tema no menor ante la posibilidad elevada de Niña.

Matías Senigagliesi
Nuestro colaborador Matías Senigagliesi.

Como siempre digo, lo que se da por descontado, no es tan así y son momentos de análisis, con menos ruido en el cerebro y pensar. Está demostrado que hay mucho por estudiar y precisar, para lograr cambios, no muy grandes ni costosos, que permitan un impacto alto, con sustentabilidad en el sistema y sobre todo del productor agropecuario.

Por Matías Senigagliesi, es ingeniero agrónomo y especialista en Gestión Ambiental en Sistemas Agroalimentarios (UBA). Matrícula provincial N° 793. N° de Reg. DSV y FA 2072.