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Juana Manuela Gorriti, la primera novelista sudamericana.

Pionera de las letras sudamericanas, Juana Manuela Gorriti fue mucho más que una escritora: exiliada, docente, feminista adelantada, cronista de su tiempo y protagonista activa en la vida política y cultural del siglo XIX. Su obra y su vida siguen siendo testimonio del coraje y la libertad con que enfrentó una época dominada por hombres.

Cuando ya se consagraba finalmente la Independencia de nuestra Patria, nacía en Rosario de la Frontera, el 15 de Junio de 1816, una niña llamada Juana Manuela Gorriti. Su madre era Feliciana de Zuviría y su padre José Ignacio Gorriti, destacado lugarteniente de Martín Miguel de Güemes, a quien años más tarde sucedió en el gobierno.

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Su infancia estuvo teñida por la lucha revolucionaria con una familia que se veía involucrada en un escenario comprometido, un tío eclesiástico y otro lancero de “Los Infernales”. Sin embargo, la pequeña gozaba de una vida agreste en una hacienda de “Los Horcones”, con un espíritu libre y fuerte temperamento. Cuando sus padres decidieron enviarla a estudiar a un beaterio, donde su tío oficiaba como canónigo, ella manifestó sentir el duelo de su vida y a pesar del descontento, pudo dedicarse al estudio de diferentes materias, como literatura, religión y francés.

Con sus columnas María Eugenia Alvear nos ayuda a entender más sobre nuestra cultura.

Siendo una adolescente, debió exiliarse junto a su familia en Bolivia por disidencias políticas de su padre, quien pasó de ser un aguerrido defensor del federalismo al opuesto bando unitario, situación que en 1831 llevó a Juana Manuela Gorriti a vivir en Tarija. Allí conoció a un General del Ejército Boliviano, Manuel Isidoro Belzú, con quien contrajo matrimonio y tuvo dos hijas, pero tristemente se vio envuelta en una tormentosa relación durante 10 años.

Mientras viajaban por Sucre, Oruro, La Paz, debido a la carrera política y militar de su esposo, Juana Manuela, en su afán por la cultura participaba de las conversaciones sobre arte en las típicas tertulias de aquel tiempo y no faltaba nunca su presencia en las veladas literarias.  Era una mujer gustosa de la lectura y se instruía con los textos que estaban a su alcance, hasta que un buen día decidió cambiar su destino, agotada por las infidelidades de su esposo, resolvió tomar otro camino, acompañada únicamente por sus hijas.

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A mediados de 1843 comenzó en Lima otra etapa de su vida, dedicándose a la docencia, enseñaba a leer y a escribir a niñas de familias adineradas, dando además los primeros pasos de su carrera como escritora, que poco a poco se tornó muy prolífera.

Organizó destacadas reuniones literarias, siendo rápidamente reconocida por el sector bohemio de aquella ciudad, publicando su primera narración en 1851, una breve novela titulada “La  Quena”(historia de amor entre una mujer inca y un español). Se ocupó también de denunciar en sus escritos el sufrimiento que padecían los aborígenes cuando los poderosos expropiaban las tierras y violaban a sus mujeres. “Sueños y realidades” fue el libro por el cual recibió excelentes críticas que la impulsaron a la fama. Sus obras reproducidas en Ecuador, Colombia y Chile, e incluso en España y Francia, la convirtieron en una escritora de alcance internacional.

Gorriti es considera de las primeras novelistas de Sudamérica.

La señora Gorriti de fuertes convicciones, no sólo en la literatura, una vez más mostró su coraje y fortaleza cuando en 1866, ante el sitio perpetuado por los españoles en el Puerto del Callao, en Perú, fue partícipe voluntaria, ayudando a rescatar heridos en la contienda, este hecho le valió una condecoración militar que le otorgó el gobierno peruano por su heroica participación.

En su regreso a Buenos Aires, luego de 50 años, la recibieron con mucho respeto y admiración, y tuvo la oportunidad de crear “La Alborada del Plata”, el periódico donde publicaba interesantes artículos sobre las capacidades y derechos de las mujeres, entre otros de interés general.  Al volver a Lima continuó las actividades en su prestigioso salón literario, aquel que tantas satisfacciones le dio desde sus inicios, contando con la presencia no sólo de personalidades de la literatura, además se daban cita músicos, se generaban conferencias y debates sobre diferentes temáticas del momento.

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En 1886 decide pasar un tiempo en su Salta natal para luego establecerse definitivamente en Buenos Aires. Su apasionada vida se reflejaba en tantísimas obras de su autoría, la defensa constante de la autonomía de la mujer fue su baluarte, cronista de tiempos independentistas, crítica de las miserias políticas, docente por vocación, y eximia escritora.

Hoy recordamos a Juana Manuela Gorriti, sin dudas una mujer de gran capacidad, distinta en su época, la primera novelista sudamericana.

Por María Eugenia Alvear
Profesora de Historia