Susana Teruzzi creó junto a sus hermanos un emprendimiento de Tés que logró posicionarse en todo el país. En pocos días abre su propio local. Una gran historia de curiosidad, capacidad de escuchar al público y constancia.
El emprendedurismo es tan amplio como innovador. Contra todo mito, expectativa o mal pronóstico, pequeñas ideas surgidas en la intimidad de una charla se convirtieron en grandes éxitos. Este es el caso de Seresi, un emprendimiento familiar de tés artesanales que tiene una historia tan cálida como novedosa.
Hace 14 años Susana Teruzzi descubrió su pasión por las infusiones de té. Su hermanos que vivían en España e Inglaterra tienen mucho que ver en este descubrimiento. Primero fue su hermana, que vivía en España, la que cada vez que regresaba a la Argentina le traía de regalo tés ibéricos comprados en el Tea Shop de Madrid. Aquellos sabores la inspiraron para dar el primer paso en el mundo del té.
‘‘El té es una cultura milenaria que nació en Oriente. Ha desatado guerras, incluso. Es inabarcable la cultura que hay detrás’’, cuenta Susana Teruzi. Y vuelven los hermanos a su historia. Su hermano que vivía en Inglaterra, quizás el país europeo distinguido por los sabores de sus infusiones, también la marcó a Susana y la terminó de empujar. “Ellos me introdujeron en este mundo y un día me pregunto ¿qué pasaría si comienzo a crear mis propias infusiones?”, cuenta.
Sus hermanos dieron el visto bueno, y así comenzó el emprendimiento que comercializa blends de tés y yerba orgánica a numerosas zonas de la Argentina y posee alrededor de 14 mil seguidores en Instagram.
‘‘No fue un camino fácil, ni mucho menos estrecho, pero fueron años de crecimiento. Al principio era muy difícil conseguir un arándano deshidratado, por ejemplo. Además, en esa época no había esta variedad de tés que hay ahora, entonces parecía raro. Al principio la gente no entendía lo que hacía’’, explica.
Seresi es el apellido de su madre, y lo eligió con el fin de honrar a sus raíces y tradiciones.
Sin embargo, luego de 5 años desde que se diera ‘‘la vuelta de tuerca’’-como ella se refiere a la consolidación del emprendimiento- se han incorporado a la venta alfajores artesanales con masa de té y chocolates. Posee clientes fieles en Junín, la región y en toda la Costa Atlántica argentina, inclusive. La materia prima es fruto de nuestro suelo y proviene de distintas provincias: Misiones o Santa Fe, dependiendo del producto y de la época del año.
Según Susana Teruzzi, las características básicas que deben definir a un emprendedor son la curiosidad, la capacidad de escucha al público, y la constancia. ‘‘A alguien que quiera emprender le diría que investigue primero, que mire a su alrededor y que no espere que todo sea fácil, va a hacer un montón de trabas, pero cuando uno tiene una idea fija, de alguna manera hay que desarrollarla’’.
La impronta familiar y artesanal
Teruzi afirma que el emprendimiento es una forma de homenajear a su madre y a sus ancestros, quienes les legaron también la cultura del té, las hierbas y los yuyos. Seresi es el apellido de su madre, y lo eligió con el fin de honrar a sus raíces y tradiciones.
‘‘Nuestra impronta es como una cosa urbana-rural, porque es como las costumbres del campo impuesta a las costumbres ciudadanas, aunque en el campo no se hacía nada tan gourmet. Me gusta que podamos mostrar las costumbres de mis abuelos, por ejemplo. Para mi esa es la ceremonia criolla del te’’, cuenta Susana. ‘‘Tratamos de aggiornar todo lo que era el blend de té importado a lo nacional, y dentro de lo nacional, al gusto del interior’’.
Al principio el proyecto era llevado a cabo por Susana y sus dos hermanos, hoy continúa siendo una empresa familiar porque también obtiene la ayuda de su marido e hijos. Asimismo, también cuenta con una socia, Sofía Linguido -licenciada en Alimentos- quién apoyó y acompañó la idea desde sus inicios. Su tarea es el seguimiento y la calidad de los productos.
Por otro lado, Teruzzi, como ocurrió desde el principio, continúa ocupándose de blendear, es decir, mezclar los sabores. Siente que es la mejor manera de dejar fluir su creatividad. El resto de las tareas son repartidas.
Una mirada hacia el futuro
Seresi tiene como objetivo fundamental seguir desarrollándose. Pronto se incorporará la venta de tisanas y se crearán más gustos de alfajores. Además, intentarán incluir una línea de tés importados a demanda del público.
Teruzzi, como ocurrió desde el principio, continúa ocupándose de blendear.
Sin embargo, el objetivo más grande es la inauguración del local que estará ubicado en Quintana 157. Allí se podrán encontrar todos los productos junto con artículos de regalería en relación a las infusiones.
‘‘Si el emprendimiento sigue creciendo se buscará la manera de satisfacer la demanda, pero nunca de manera industrial. La producción de Seresi será siempre artesanal’’, afirma.
Una linda historia juninense con sabores europeos que puede encontrarse en distintos puntos de Junín como Patay, El Colonial y El Mercado Artesanal de Junín.
