Bryan Petaccio, el gaucho de Tik Tok, comparte su felicidad por el reconocimiento ganado en redes sociales mientras en paralelo padece, como todos los productores, los efectos de esta sequía sin precedente.
La carrera ascendente en el mundo de las redes sociales de Bryan Petaccio tiene un hito en Tik Tok, esta red que pateó el tablero con su propuesta de videos full sreen. Es también considerada la red social más adictiva para los usuarios que no necesariamente ven lo que hacen tus seguidores o amigos, como sucede en Instagram, Twitter o Facebook.
Acá el contenido es como un gran loopeo que no termina nunca, donde los robots de inteligencia artificial que crean los mismos algoritmos de Tick Tock van alimentando de contenidos pensados en las búsquedas y los gustos de cada usuario.
Además, crea sus propias celebridades o influencers, como el joven pergaminense Petaccio, que tras filmarse de manera casera bailando abrazado a una planta de maíz se convirtió en el primer “gaucho del Tik Tok” del país y del mundo.
“El productor agropecuario debería convencer y capacitar a sus propios vecinos”
“Es todo muy loco”, dice Bryan. “¿Qué vengan a sacarse fotos conmigo? Sentir que la persona que se acerca está temblando porque me ve. Y no lo entiendo porque yo no soy así, para mí los artistas y los famosos son personas normales, no me generan nada raro cuando estoy con alguno de ellos. Pero se a que muchas personas les pasan cosas distintas”.
“En las redes sociales lo natural es lo que más garpa. Hace unos días me pintó subir a bailar arriba de una cosechadora porque tenía ganas y ese video lleno de polvillo se volvió viral pese a que no era super producido”, cuenta Petaccio. En la línea de su normalidad el “gaucho tiktokero” viene de familia de campo, su padre es productor, sus tíos también, y él se crio y trabaja diariamente en el campo, donde además cría caballos de distintas razas. “Soy de verdad, no me pongo la boina para los videos, yo siempre anduve así”.
Como todos los productores agropecuarios de la zona, por estos días su mayor preocupación es la falta de lluvias y como impacta esta sequía histórica en los cultivos. “Desde que yo planté el trigo en junio no llovió nunca. Está complicadísimo porque la tierra ya no tiene reserva para el maíz y la soja. Las pasturas para los animales no están rebrotando”, se preocupa. “Pero como siempre decía mi abuelo, hay que agachar la cabeza y seguir laburando”.
“Nunca busqué nada”
La vida social de Petaccio incluye presentaciones en boliches de todo el país, donde hace “presencias” bailando, participaciones en video clips de artistas y ser la cara visible de empresas que utilizan su imagen para publicitar sus productos y servicios. “Creo que la clave es que yo nunca busqué esto. Viene solo. Nunca llamé a nadie. Nunca busqué a una empresa para venderle sus servicios. No pensaba que me podía pasar esto, al principio no sabía para donde disparar con tanta exposición, ahora ya estoy más canchero”, cuenta.
Al principio sus videos lo mostraban bailando, después siguió sumando videos de humor o parodias y ya por estos días se animó a cantar con el artista Matías Valdez. “Ahora la gente me pide que cante, pero yo no soy cantante. Tengo que tomar clases porque no tengo ni idea”, dice riendo.
“Yo soy un influencer que muestra lo que pasa en el campo desde otro lado, desde otro punto de vista. Yo no soy un ingeniero agrónomo que habla con palabras difíciles, y por eso me sigue tanta que gente que no entiende nada de campo”, dice. “Yo rompí con ese estereotipo o estructura del gaucho de antes que supuestamente era un aburrido”.
Para Petaccio la exposición no tiene techo, y puede terminarse mañana o durar toda la vida. Mientras tanto disfruta de este momento no buscado. Quizás ahí radique el éxito de su felicidad, en ser lo que es, es mostrarse tal cual en el mundo de filtros y sobre actuaciones de las redes sociales, un espacio donde no abunda para la nada la naturalidad.