Press "Enter" to skip to content

El cantautor de la tierra y las almas camperas

En las melodías de Ludovico Fonda, la esencia de la tierra cobra vida. Este cantautor linqueño teje paisajes, emociones y vivencias en cada acorde, a través de una voz aguardentosa profunda e imperante.

 

Ludovico Fonda, es linqueño, tiene 43 años y ya lleva grabados seis discos y 65 canciones.

Ludovico Fonda es un cantor y guitarrista linqueño de voz arenosa, que con un hablar pausado, busca siempre la palabra justa. A sus 43 años, este cantautor, al estilo de los tradicionales Larralde o Cafrune, entrelaza en sus melodías los paisajes, las relaciones humanas y los climas, como un fiel narrador de su tierra.

Para él la música es tan importante como pueden serlo cualquiera de las funciones vitales. “No es tan urgente porque uno si no come se muere, pero la música es vital para mí. Muchas veces se cree que la urgencia es la importancia y no es así. Vivir sin música es inconcebible en mi vida”, dice.

Las mujeres juninenses otra vez a la cabeza de la ayuda alimentaria

Entrevistado en el programa de radio Estamos Rodeados en LT20 radio Junín, el linqueño contó que su viaje hacia la música se gestó durante sus años universitarios en La Plata, cuando un amigo lo impulsó a tomar una guitarra, componer y cantar. A partir de ese momento no dejaron de llover composiciones de todo tipo.

Para Ludovico, la música no es solo arte, es disciplina y valentía. “Alrededor de la música existe la disciplina y también el coraje para enfrentar situaciones. Desde desinhibirte hasta ir a pelear por lo que vos haces. Te descubrís desde otro lado también, como cualquiera que haga algo artístico o algo que tenga que ver con el corazón, que signifique ir al frente sin tener algo seguro. Es salir a ver qué pasa para defender algo que a vos te gusta”, cuenta.

Fonda fue entrevistado en Estamos Rodeados, programa que se emitió durante todo el 2023 los viernes a la noche por LT Radio Junín.

Sus influencias musicales van desde figuras tradicionales como los nombrados Cafrune y Larralde hasta Queen, Julio Iglesias, Perales y música clásica, fusionando en sus composiciones la esencia de lo autóctono con matices diversos.

“Amo este paisaje y soy parte de él”. Será por eso que su voz aguardentosa le da vida a letras impregnadas de la vastedad de las llanuras, los animales y los aromas, todo de forma natural, lejos de imposiciones artificiales.

El compás de Franco Mirambell Castillón: donde la música es vida

En estos últimos años Ludovico expresó, pese a su aparente parsimonia, una urgencia en su arte que lo llevó a grabar cinco discos y más de 60 canciones compuestas en apenas dos años. “Cada 6 meses fui presentando mis discos en espacios locales. La música tiene una capacidad disruptiva, te saca de la modorra y por eso me gusta tocar en espacios no tradicionales como lo es incluso la calle”, dice. Unos minutos antes de esta entrevista y sin programarlo había estado tocando algunas de sus canciones en el paseo Roque Saenz Peña, en pleno centro de Junín.

“Me veo con el tiempo siempre tocando. Diciendo que sí, porque como decía Facundo Cabral, “solo diciendo que sí se cumple nuestro destino”, dice.

Por esta apuesta Fonda toca donde lo llamen como él dice. Desde centros culturales hasta hospitales o encuentros de meditación de yoga. En todos lados sus presentaciones son una invitación a escuchar, a sumergirse en poesías cantadas y recitadas y relatos que desnudan realidades sociales. “Me veo con el tiempo siempre tocando. Diciendo que sí, porque como decía Facundo Cabral, “solo diciendo que sí se cumple nuestro destino”, dice.

Con una mirada puesta en el futuro, Ludovico se vislumbra siempre en el escenario, inspirado por los sonidos de la llanura.