Pese a las lluvias de estos días, la sequía sostenida en 3 años de “Niña” desgastó a la presente campaña afectando el trigo, maíz, soja y cebada de cara al futuro. La producción ganadera también golpeada. El presente nos desafía a nuevos cambios.
Estamos viviendo esta catástrofe que golpea primero y principalmente a la producción de los alimentos que consumimos. Trigo, maíz, soja, cebada y la producción ganadera y su consecuencia en la carne que comemos, están sufriendo un golpe duro de la mano de esta sequía que no solo pone en riesgo a la presente campaña agrícola sino a las que vienen.
En algunos casos como el de Pergamino, se está dando uno de los menores registros históricos de caída de agua, solo comparable a uno que se vivió en 1910.
La mayor parte del calentamiento se produjo en los últimos 40 años, siendo los más cálidos los últimos siete.
En esta comunidad global no se trata, por lo menos para nosotros, de buscar grupos, sectores, personas o países como únicos responsables de este calentamiento de la Tierra.
Si, creo, que la búsqueda debería ser la de aceptar que estamos atravesando una crisis que nos obliga a ser más conscientes para actuar rápidamente.
Proponen que los comedores juninenses no solo llenen la panza
Y no esperar como pasivos espectadores a que nuestros gobernantes tomen decisiones. El cambio también puede ser impulsado por nosotros en nuestra vida cotidiana y hay acciones concretas que se recomiendan:
- Utilizar el transporte público, y caminar o andar en bicicleta para reducir las emisiones de carbono de nuestros vehículos.
- También ser consientes en el ahorro de energía a través de un uso responsable de nuestros electrodomésticos.
- Darle una vuelta de rosca a nuestra dieta diaria, combinando más el consumo de carne vacuna con verduras, frutas y cereales. La producción de carne roja es un problema importante a raíz de las emisiones de gases de efecto invernadero que finalmente hacen al calentamiento de la tierra.
- Ser más racionales con el uso del agua es otro gran punto.
Hay muchas acciones que solo implican un poco de sentido común. Utilicémoslo que lo tenemos para eso.
Los ciudadanos y los consumidores estamos entre los actores más importantes del cambio que puede producirse. No miremos hacia otro lado y seamos los verdaderos Héroes del siglo XXI.
