El escritor juninense es furor entre jóvenes, adolescentes y niños que leen sus novelas, consumen sus booktrailers y disfrutan de sus historias que contienen ficción y realidad de la mano de personajes y lugares reales.
Nacido en el 85, Luciano Molina es un bicho raro de la cultura juninense que tiene su peso fuerte en la literatura pero que no deja de jugar con toda una narrativa transmedia focalizada en lo audiovisual, que hace aún más grande a su obra.
Ambicioso en su propuesta, este amante del terror, lo fantástico y la ciencia ficción es profesor de literatura y bibliotecario. Y si bien en sus clases no hace mención a su obra, ejerce una atracción particular con los jóvenes, niños y adolescentes que lo siguen con entusiasmo en las redes sociales.
Sus dos novelas insignias, “No abras la última puerta” (2019) y “Lo peor viene de noche” (2022) se sumaron en las curriculas de algunos colegios para analizarse no solo desde lo literario sino también desde lo audiovisual a través de los inusuales bookstrailers desarrollados por Molina en videos de una manera profesional.
“Después de todo este ida y vuelta, regreso a mi infancia de Junín y Agustina”
“Cuando terminé el primer libro, los chicos me pedían que siguiera contando como seguía la vida de los protagonistas. Y en la Pandemia escribí mi segunda novela, pero ya con una mirada más social porque además está centrada en el 2001 y la crisis que se vivía en su momento”, contó Lucho en la entrevista realizada en el programa radial Estamos Rodeados que se escucha por LT 20 todos los sábados a las 12 del mediodía.
Antes de la publicación de estas dos novelas el escritor juninense de 37 años tenía sobre su espalda “El Círculo de Aión”, su primera novela escrita en 2014. Afincado por estos días en la localidad de Leandro N. Alem, cuando escribe sus historias fantásticas Molina toma elementos de la realidad, en este caso de Junín, los desafía, los explora y los pone en otro lugar. De alguna manera afronta lo dicho, lo poco conocido como pueden ser los túneles que van por debajo de la ciudad, y los reconfigura de una manera verosímil.
“Como profe tengo una gran relación con mis alumnos, muchos de ellos son mis lectores, pero hay otra gente de otras generaciones que me escribe por Instagram para agradecerme que les hice acordar de lugares y personas de su infancia. También me han escrito algunos padres contándome que sus hijos leyeron por primera vez un libro y fue mi novela”, cuenta emocionado.
En sus obras Molina entremezcla elementos sobrenaturales, relaciones de amistad entre los protagonistas y esa cuota de amor que se vive a flor de piel en la adolescencia.
De Stephen King, Mariana Enriquez, Bioy Casares, Borges, Cortázar y Abelardo Castillo, toma sus ambientaciones para finalmente inspirarse para escribir.
Lo cierto es que existen pocos registros de novelas que retraten a Junín, sus lugares y personajes de manera tan actual y de la mano de personas reales.
“La investigación es ardua porque siempre quiero ser fiel a la realidad. Por eso me recorrí bibliotecas y hemerotecas. Esa realidad tiene que ser fiel a lo que fue porque si no se pierde la veracidad”, dice.
“Es un mito que los chicos no lean”
Ya es un clásico que Molina recorra las escuelas invitados por otros profesores o directores con el objetivo de que presente su libro, y narre historias y leyendas de Junín. Y cuando se rodea de adolescentes firma libros y se saca fotos al estilo estrella de rock. “Todos me piden que les recomiende lecturas” dice.
“A los chicos les interesa leer historias actuales que tengan que ver con ellos y se sientan identificados. El problema es cuando se les da para leer clásicos o lo que te dicen los manuales y la Academia y finalmente los chicos se aburren y terminan odiando a la literatura. Es una gran discusión que tengo con mis colegas porque si un chico se engancha con la literatura actual y se lo hace amar a los libros seguramente con el tiempo pase por una librería y quiera comprarse algunos clásicos, que ya los leería de otra manera y perfeccionado como lector”, cuenta.
Hoy cualquiera de sus novelas puede comprar en las distintas librerías de Junín y en plataformas digitales. En el andar creativo que no conoce formatos, Molina prepara junto a la banda de rock local Fonda la banda sonora de “Lo peor viene de noche”, mientras a la par filma un video clip.
La metaficción con mucho de realidad, de la mano de adolescentes que deben resolver enigmas, vive más fuerte que nunca de un memorioso Molina que no deja de escribir sobre Junín y su cultura.