La docente María Laura Ramírez alerta sobre la pérdida de curiosidad entre los estudiantes y los efectos negativos del uso compulsivo de dispositivos electrónicos. En el podcast Estamos Rodeados, aborda cómo el acoso digital, los escraches en redes y la ludopatía afectan a los jóvenes, al tiempo que resalta la importancia de fomentar la lectura en formato papel.
“Hoy tengo alumnos que no son curiosos. ¿Te acordás de cuando se hablaba de la etapa de los ‘¿por qué?’. Ahora, muchos chicos ya no preguntan. Como docente, les enseñas algo y no lo cuestionan, no lo ponen en duda”, reflexiona María Laura Ramírez, profesora en Ciencias Sociales y especialista en Historia. Y agrega con preocupación: “Hemos dejado de tener chicos curiosos, quizá porque ya tienen toda la información al alcance y no sienten la necesidad de preguntar”.
Ramírez vive la docencia con pasión. Su semana transcurre entre aulas, tanto en colegios públicos como privados de Junín. Además, al final del día, dicta clases en un profesorado, formando a los futuros docentes. Para ella, el uso compulsivo de dispositivos electrónicos ha traído consigo tres grandes problemas entre los estudiantes de secundaria: el acoso, los escraches en redes sociales y la ludopatía digital.
Durante una entrevista en el podcast Estamos Rodeados, emitido por LT 20 Radio Junín, Ramírez habló sobre el desafío de fomentar la lectura en formato papel. “Es fundamental incentivar la lectura de textos físicos y trabajar técnicas de estudio dentro del aula. En mis clases organizo lecturas compartidas, donde leemos juntos. Incluso que el docente les lea también es una buena práctica”, asegura.
Pero los problemas no se limitan al aula. La virtualización de las relaciones interpersonales es una constante tanto en familias, parejas como amistades, y esto genera un mensaje confuso para los más jóvenes. “La búsqueda debe ser el equilibrio. Si los chicos ven a sus padres pegados al celular todo el día, es una contradicción. Hay familias enteras que se sientan a comer, pero cada uno con su propio dispositivo”, reflexiona.
Las escuelas, tanto primarias como secundarias, no son islas. Están profundamente influenciadas por el entorno digital en el que los chicos crecen. Aunque el uso de pantallas es un tema cotidiano para todos, el debate sobre el uso de dispositivos electrónicos en las aulas, cuando no tienen una finalidad pedagógica, sigue vigente y sin una solución clara.