Por Diego Abdo
@chinoabdo
El productor ve negra la economía nacional, aunque ve con augurios su negocio.
Sucede en todo el país aunque se ve con claridad en nuestra zona núcleo: el sector agropecuario es de los menos golpeados por los efectos del COVID19 desde la mirada económica y social. La contracara se ve en las ingratas noticias que llegan por la falta de lluvias en los campos y un clima que se profundiza, pandemia mediante, en una desconcertante regulación que no impulsa a proyectar a largo plazo.
Repasando los números que justifican la idea de que los precios sostienen la caída en producción en este 2019 el precio de la tonelada de soja estaba en promedio en U$D 327. Ya en este abril y mayo pasado rondaba los U$S 310 y por estos días llegó a su pico de U$D 470.
Como cierre de año la consultora ABECEB, que cuenta entre sus asesores al ex ministro de Producción de la Nación Dante Sica (es bueno saber de donde surgen los números), realizó un análisis de la situación económica agropecuaria y explicó que no existen expectativas positivas del sector productivo en relación a lo que suceda en este 2021, sobre todo por la falta de medidas gubernamentales que empujen a la inversión.
Durante estos últimos meses, según la consultora, el productor vendió buena parte de la cosecha y se hizo de fondos que se terminaron volcando en la compra de insumos y de maquinaria agrícola, que explican el crecimiento en ventas que CAFMA destaca en más del 20% con respecto al 2019. De ahí también el motivo de que las empresas fabricantes de maquinarias estén entregando los fierros a más de 3 meses de la compra. Pero digamos todo: para este 2021, pese a las buenas condiciones de los precios de soja y maíz, se espera que el productor retenga por un tiempo más la entrega de sus granos, esa es la tendencia jugadas todas las cartas sobre la mesa.
No es fácil desgranar la disyuntiva que se enmarca dentro de la suba de precios, escasa expectativa y decrecimiento de producción. Será por eso incluso que algunas encuestas vuelcan de manera clara lo que el productor piensa para este 2021: panorama negro para la economía general, aunque da vuelta la hoja para pensarse con una proyección positiva para su negocio en particular. Así lo expone una encuesta realizada por la consultora Amplificagro y que cubrió a productores agropecuarios de todo el país, pero que tuvo su fuerte en nuestra zona núcleo.
Pero nada puede marchar firme, si se camina dentro de una economía inestable. La incertidumbre por los cambios que puedan darse con el tipo de cambio son de las preocupaciones más temidas por parte de los productores, dice ABECEB. Ante esta volatibilidad ¿cuándo vender la producción? Por el momento ciertas expectativas de devaluación pueden ralentizar las liquidaciones de granos. Como en el truco, una vez más el productor está orejeando las cartas para ver que se juega sobre la mesa.