Descubrí la extraordinaria historia de María Remedios del Valle, conocida como “La Parda”, una valiente mujer afrodescendiente cuyo heroísmo durante la lucha independentista argentina la hizo merecedora del título de “La Madre de la Patria”. Su legado perdura como un símbolo de la diversidad y la lucha por la libertad en la historia de Argentina.
María Remedios del Valle se alistó en el Ejército del Norte cuando el General Manuel Belgrano toma su mando, y desde aquel momento se convirtió en su fiel aliada, poco tiempo después, él la nombró Capitana.
Remedios fue apodada como “la Parda” debido a sus rasgos de marcada ascendencia africana, considerada “la Madre de la Patria” por su heroica labor en tiempos de la lucha independentista, y a pesar de haber sido injustamente olvidada por décadas, hoy se la ha reconocido y visibilizado por su importante protagonismo junto a quienes lucharon por la libertad de esta tierra.
De un coraje inaudito y una entrega absoluta, esta mujer afrodescendiente nacida en Buenos Aires en 1766, fue una de las llamadas “Niñas de Ayohuma”, que asistió al Ejército Auxiliar en aquel histórico enfrentamiento contra las tropas realistas, el 14 de Noviembre de 1813. Esta fecha fue la elegida recientemente en memoria de estas jovencitas, como el “Día del Heroísmo de la Mujer Argentina”.
“La Parda” fue la única mujer a quien el General Belgrano le permitió permanecer en el frente de batalla, con una fortaleza admirable resistió la pérdida de sus hijos y su marido en combate, y fue capturada por los españoles, quienes la azotaron insistentemente durante varios días por haber ayudado a huir a los oficiales patriotas del campo de prisioneros.
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Pese a todo logró sobrevivir a reiteradas heridas que la llevaron al límite de la muerte, entre tantas otras situaciones extremas, y a pesar de tanto dolor y sufrimiento, siguió adelante apoyando la causa patriota con vocación solidaria, siendo reconocida como gran compañera junto a los suyos, otra de sus destacadas virtudes.
Una heroína que demostró su valía como mujer defensora de la libertad de esta tierra americana, tristemente, cerca de sus 60 años regresó a la ciudad de Buenos Aires donde se encontró en medio de la indigencia y el olvido. A mediados de la década de 1820, el General Juan José Viamonte la reconoció una tarde pidiendo limosna, inmediatamente se ocupó de ayudarla, gestionando una pensión por los servicios prestados a la Patria. A comienzos de 1830, Juan Manuel de Rosas, fue quien decretó su jerarquía de Sargento Mayor y aumentó el valor de su pensión, en gratitud a este gesto tan valioso. “La Parda” cambió su nombre a María Remedios Rosas.
Hace unos años se instituyó el 8 de Noviembre como “Día Nacional de los afro-argentinos” en homenaje a “La Madre de la Patria” (fecha de su muerte en el año 1847). Carlos Lamadrid, Secretario de la Asociación de Afro-argentinos Misibamba -entidad que nuclea a afro-argentinos del tronco colonial-, considera muy importante esta conmemoración: “Es reconocer dentro de la historia Argentina, un día especial dedicado a aquellos que trajeron esclavizados, y sin embargo, se identificaron con este país y lucharon por su independencia. Este día es una contribución a todo lo que nos ha ocurrido dentro de la historia argentina: nuestros mayores han sido traídos como herramientas de trabajo sin reconocerles su cultura, su linaje y su religión. Hemos sufrido discriminación, xenofobia y racismo desde antes de que la Argentina sea Argentina”.
Las raíces afro-argentinas forman parte no sólo de nuestra historia, también del presente, y debemos compartir y aceptar, desde el respeto, la diversidad que caracteriza a nuestro país, reconociendo entre otros, el componente afro en la cultura nacional, dando espacio al conocimiento de personalidades como la de María Remedios del Valle, “La Madre de la Patria”.
Por María Eugenia Alvear
Profesora de Historia
