El Malambo femenino es una estilización actual de una danza tradicional, las mujeres lograron darle su estilo propio, creando una nueva propuesta.
Si consultamos los manuales de danzas folklóricas podemos encontrar la siguiente definición sobre esta disciplina tradicional: “danza individual masculina que se baila únicamente con zapateos”. Actualmente se desarrolla en ámbitos escénicos como proyección folklórica no sólo en forma individual, sino también en conjuntos de bailarines que combinan sus zapateos en composiciones coreográficas maravillosas. Hoy podemos ver estas propuestas de raíz tradicional y también encontrarnos con compañías artísticas de reconocida fama internacional que ofrecen espectáculos modernos con recursos efectistas de gran impacto, como el uso de boleadoras y bombos, y que comúnmente incluyen en sus elencos a bailarinas que manejan muy bien este lenguaje.
Estamos en presencia de bailarinas habilidosas que protagonizan con gran destreza sus mudanzas, deslumbrando con airosos movimientos y con la fuerza característica del Malambo sin descuidar la feminidad en cada gesto.
Considerada una tradición bien gauchesca que se gestó en los bravos desafíos de contrapuntos que solían generarse en las pulperías del siglo XIX, pero que sólo interpretaban los hombres corajudos en aguerridas disputas -según la documentación histórica- demostrando cada uno su impronta bien masculina al ritmo inconfundible de una guitarra en el sur, o de un bombo en el norte y sin imaginar la participación de las mujeres en aquellos años, por supuesto.
Sin embargo hoy la realidad es bien distinta y podemos asegurar que estamos en presencia de bailarinas habilidosas que protagonizan con gran destreza sus mudanzas, deslumbrando con airosos movimientos y con la fuerza característica del Malambo sin descuidar la feminidad en cada gesto, provocando admiración y sorpresa. Así avanzan ellas, abriendo un nuevo camino que se irá construyendo y perfeccionando hasta que cobren la categoría de malambistas como hoy tienen muchos reconocidos bailarines.
El Malambo femenino que cobra cada día mayor trascendencia a su vez genera también algunos debates y controversias por parte de quienes consideran que esta danza debe seguir siendo sólo interpretada por los hombres, ya que así nació el Malambo. Pero hay otras voces que argumentan diferentes posturas, como es sabido hay tradiciones que se mantienen intactas pero muchas sufren modificaciones, adaptaciones que se generan con el correr de los años, y si hoy las mujeres pueden zapatear y hacerlo con el nivel y exigencia que requiere esta compleja disciplina, estaríamos en presencia de una proyección folklórica, ya que no fue una práctica que se transmitió de generación en generación de forma espontánea como requieren las tradicionales para ser tales.
Además, hay especialistas en el tema que tienen a su vez otra mirada con la cual muchos coinciden y es entender el Malambo femenino como una estilización actual de una danza tradicional, es decir que las mujeres han logrado darle su estilo propio, creando una nueva propuesta.
Esta estilización folklórica actual, que surge hace apenas unos pocos años como expresión artística a cargo de algunas osadas bailarinas que se atrevieron a incursionar en este terreno tan varonil como competitivo, ya tiene su Campeonato Nacional de Malambo Femenino, que se disputó por primera vez en el año 2018 en la ciudad cordobesa de Carlos Paz, donde participaron representantes de cada provincia de nuestro país, pero esta historia no comenzó allí, hay antecedentes en certámenes de danzas que ofrecían la posibilidad para aquellas jóvenes que se animaban a repiquetear con decidida actitud y coraje en los rubros solistas y/o conjuntos femeninos de Malambo.
Y es así que el Malambo femenino hoy ha ganado gran popularidad en muchos escenarios competitivos y por supuesto también como espectáculo innovador en el ambiente artístico de la danza en Argentina y en otros horizontes del mundo. Algunos sostienen que es un batalla ganada por el movimiento feminista, pero lo cierto es que con o sin luchas feministas, este fenómeno sucedió y llegó para quedarse, crecer y brindarnos esa magia tan especial que tiene el Malambo y que hoy, en el siglo XXI es interpretado tanto por hombres como por mujeres.
Por María Eugenia Alvear
Profesora de Historia y de Folklore