El 10 de octubre de cada año se conmemora en Argentina el “Día Nacional de la Danza” en honor a los bailarines del Teatro Colón que murieron en un accidente aéreo el 10 de octubre de 1971.
La danza clásica fue durante siglos una manifestación escénica única, insuperable e inigualable, que cobró profesionalización y prestigio con la fundación de la “Real Academia de la Danza” creada por iniciativa del apodado “Rey Sol”, Luis XIV de Francia, en 1661.
La institucionalización de este arte, que hoy cuenta con un importante desarrollo y vigencia, le dio el gran impulso para que poco a poco pudiera difundirse en diferentes horizontes, donde se fueron gestando escuelas, maestros y coreógrafos brillantes, dedicados a maravillar a los espectadores en todo el mundo.
Actualmente la danza clásica ocupa un lugar prestigioso en los teatros más importantes. No obstante, además de ser un arte que tiene siglos de historia, es un estudio que también cumple funciones de entrenamiento, capacitación y conocimiento, no sólo para aquellos bailarines clásicos, sino también para quienes buscan perfeccionarse, teniendo una sólida formación y experiencia en la especificidad de la técnica clásica.
Además de ser un arte que tiene siglos de historia, es un estudio que también cumple funciones de entrenamiento.
En muchas compañías dancísticas se exige a sus integrantes la práctica de danza clásica adecuada a los lineamientos y objetivos pretendidos. Cabe asegurar que no es indispensable formarse como bailarín clásico académico para lograr desarrollarse en otras danzas como la folklórica o el Tango, y tampoco es una condición excluyente, pero sí es habitual que sea un requerimiento para los bailarines profesionales, ya que brinda herramientas indiscutidas para potenciar la calidad y excelencia del artista.
En nuestro país contamos desde 1960 con el Instituto Superior de Arte del Teatro Colon, donde se forman artistas en las disciplinas líricas, musicales, y coreográficas.
Alrededor del 1915 comenzaron a crearse composiciones coreográficas para las óperas que se presentaban en el majestuoso escenario de este teatro. Aquí se consagraron entre otros muchos artistas, Norma Fontenla y José Neglia, dos extraordinarios referentes de la danza argentina, que recorrieron el mundo destacándose como virtuosos intérpretes de ballet.
No es indispensable formarse como bailarín clásico académico para lograr desarrollarse en otras danzas como la folklórica o el Tango.
Aunque tristemente ellos fueron los protagonistas de un trágico accidente aéreo que terminó con sus vidas ocurrido un 10 de octubre de 1971.
A partir de esta fecha nace el Día Nacional de la Danza en su memoria, que se hace extensiva para todas las artes del movimiento en Argentina, no sólo del ambiente académico del ballet.
Tal es así que muchísimos bailarines se sienten identificados con esta reseña histórica que genera año tras año muchas expresiones alusivas, donde podemos encontrarnos con festivales, concursos y espectáculos.
Como cada año el 10 de octubre, este día es la gran excusa para disfrutar como espectadores de variadas propuestas que demuestran las pasiones que genera la danza en nuestro país.
