Por Benito Insua
Cuando nada es lo que es. De acá salen alimentos y en Calabría llegan ladrillos de cocaína. La historia de un magnifico vendedor de ilusiones.
La mafia calabresa, ‘Ndrangheta, es la mayor organización criminal del mundo, dedicada al tráfico de cocaína desde los países productores hacia otros puntos. Por año le quedan limpio en sus bolsillos más de USD 60 mil millones.
‘Ndrangheta se financia cometiendo asesinatos y secuestros extorsivos en todo el mundo. Su red tiene presencia cada vez más fuerte en Argentina, desde donde salen hacia Europa camuflados en embarcaciones de alimentos cargamentos de cocaína que provienen de Colombia, Perú y Bolivia. Antes de cerrar el contenedor aparecen las bolsas de coca y “rip off”. La clave es que nada parezca lo que realmente es.
Conocí a Fabio Pompetti en octubre de 2019, en un restaurant en Rosario, en una cena de antesala a una jornada en la que disertantes expondrían al otro día sobre exportación de alimentos de Argentina hacia el mundo. Se presentó como secretario de uno de los disertantes. En diciembre del 2019 lo vi por última vez cantando como un crooner en la terraza de un bar de Palermo donde con su orquesta de amigos acompañó una velada de presentación de obras de arte de su novia.
Prolijamente despeinado, con unas canas que se entremezclan con un pasado de cabello oscuro, Pompetti es ítalo-argentino, pisa unos bien llevados 54 años, con un andar canchero, relajado y una delgadez impecable. Dice su perfil de Linkedin: “Empresario con una exitosa carrera en gestión de Empresas de la Industria Alimenticia y de Servicios… Sólida experiencia en el mercado local (Argentina) como internacional (Italia). Abogado trilingüe (italiano, ingles, español)… Eficaz comunicador con facilidad para establecer relaciones interpersonales, capacidad de liderazgo y compromiso. Excelente orador”.
El 19 de octubre de 2016 la Fiscalía Antimafia de Reggio Calabria intercepta en el puerto de Gioia Tauro, Italia, manejado por ‘Ndrangheta, a un buque procedente del puerto de Buenos Aires. El golpe logró dar con 350 ladrillos de cocaína. El secuestro confirmó que la organización narco-criminal pisa firme en la Argentina.
Prolijamente despeinado, con unas canas que se entremezclan con un pasado de cabello oscuro, Pompetti es ítalo-argentino, pisa unos bien llevados 54 años, con un andar canchero, relajado y una delgadez impecable
Pompetti practica yoga, sale a correr por las mañanas, trabaja de relacionista público y a la hora de beber vinos, prefiere los italianos. Bien informado sobre música italiana, cine, futbol europeo, política internacional, viajes de ocio, yoga, remo, golf… este año me lo crucé viéndolo en sus posteos en redes sociales con una presencia carismática, repleta de gestos intrigantes junto a su novia y su hija. También disfruté de sus presentaciones en Instagram Live, reversionando canciones italianas y covers de los “90”.
El 12 de julio pasado Interpol le da un golpe a Ndrangheta al desarticular una «célula» instalada en Argentina. Caen tres sospechosos de ser artífices de envíos de droga desde Argentina hacia Italia, son detenidos en sus casas, investigados por el envío interceptado en 2016 en el puerto de Gioia Tauro. Fabio Pompetti estaba más despeinado que lo habitual en las fotos que acompañaban los artículos de los medios nacionales e internacionales más importantes: la policía internacional lo capturó en su casa del barrio porteño de Belgrano, acusado de ser el gran “puente” entre la mafia calabresa, narcos colombianos y la aduana argentina. El día anterior había grabado una versión crooner en su cuenta de Instagram en la que reversionada a Coldplay. La clave es que nada parezca lo que realmente es.