El déficit fiscal registrado en los dos primeros meses del año fue récord y la magra recaudación por retenciones tuvo un rol protagónico.
El año está mostrando que se consolidará un escenario de fuerte estanflación. La expectativa es que el nivel de actividad se retraiga, como mínimo, un 3% y que la inflación supere con comodidad el 100% anual.
Para la consultora ABECEB, el factor que más influyó para el vuelco de las expectativas es que la
economía recibió un gran shock negativo: La sequía.
“Este es el evento que más está influyendo en cuanto a agravar la inestabilidad. Las exportaciones caerán 20.000 millones de dólares durante este año. Como consecuencia, el Banco Central continúa perdiendo reservas (en marzo fueron US$ 1.500 millones)”, explicaron de a consultora.
El déficit fiscal registrado en los dos primeros meses del año fue récord y la magra recaudación por retenciones tuvo un rol protagónico. En dos meses se agotó, prácticamente, todo el margen de déficit primario que permite el FMI (0,3% del PBI). Aumentó la probabilidad de que haya que gestionar un waiver para la meta fiscal.
Bajo estas condiciones, los mecanismos de propagación de los desequilibrios se potencian y configuran un contexto muy poco amigable para la toma decisiones en los negocios.